EL CHISTE DEL SEXO.
En el momento que logras reírte o sonreír con una desconocida, hay cientos de barreras que se caen y dan paso a otra cosa. Sucede con futuras amigas, gente en general, relaciones laborales, y, por supuesto, también con parejas.
Si la batita o el batito que te gusta te devuelve una sonrisa o ríe contigo, en general sabrás que ya tienes un trecho del camino recorrido.
Es que el sentido del humor lo es casi todo. Cuando me han preguntado como es mi mujer ideal, siempre he dicho: “que tenga sentido del humor”. No solo denota inteligencia sino que, además, yo quiero estar al lado de alguien que me haga reír. Alguien que también se ría de mis chistes por malos o simplones que resulten a veces, alguien que se ría conmigo.
Claro que, para tener un buen sentido del humor, hay que saber reírse, en primer lugar, de uno mismo. A veces siento que la gente se toma a si misma demasiado en serio, como si la vida en general fuera muy seria. No digo que no lo sea en muchos aspectos, pero si viviéramos riéndonos mas, estoy seguro de que nuestro transcurrir seria mucho mas agradable.
Pero vayamos al sexo, que al fin y al cabo siempre termino metiéndolo en mis posts (sorry, me traiciona el subconsciente jaja). El sexo es un evento que nos da placer, pero, ante todo, es un juego. Y si rescatamos nuestros mundos lúdicos (que todos llevamos dentro, algunos mas reprimidos que otros) el amor puede llegar a ser muy divertido.
Si intentamos copiar a los actores de las películas pornos, pues no, no solo no nos va a salir muy bien sino que, además, no va a ser gracioso. Pero si tenemos nuestra propia sexualidad y nuestro referente somos nosotros mismos, podemos tomar a broma las cosas más tremendas.
Por ejemplo, ¿a quien no le ha pasado que mientras esta en medio de un “chaca chaca” feroz y de repente se pierde el ritmo, por un microsegundo, y se sale el pene de la vagina? Estoy seguro que a todos. Y muchas veces cuando eso sucede hay gente que se “friquea”, que le da como rabia o vergüenza. ¡RELAX, NOS PASA A TODOS! Solo encuéntrale el lado gracioso. O cuando, después de hacer un cunnilingus o fellatio, según sea el caso, se nos queda atorado un vello púbico. Si ya se que suena muy guarro, pero ¡sucede todo el tiempo!. O peor, y no se como nombrar esto, pero a veces pasa que después de un buen rato de tanto “chaca chaca”, entra mucho aire a la vagina, y ese aire comienza a luchar por salir, y ¡sale haciendo unos soniditos! ¡DIOS MIÓ!. Parecen gases, pero no lo son, y la chava se muere de pena sin saber como diablos aclarar que aquello es vaginal, producto del “pum pum”, y no un gas ordinario que se nos escapo. Ya saben lo bochornoso que puede resultar eso, sobre todo si aun no hay demasiada confianza. Pero, que mejor en un caso así que aclarar que es y reírse hasta el cansancio.
Hay que sacar partido de los defectos o las situaciones que parecen adversas. Si una persona es particularmente tímida y lo confiesa en medio de una risa, puede ser muy excitante para el otro. No saber algo que te pide tu pareja también puede resultar gracioso. Susurrar una fantasía al oído, no solo puede excitarlos sino que puede ser muy divertido: “ahora tu eres una enfermera que entra a mi cuarto a atenderme y a medirme la temperatura, pero en realidad eres Scarlett Johansson, quien esta ensayando para un papel de enfermera…” jajaja, como verán, ya les conté una de mis fantasías. :$
Lograr que el otro se ría es, de por si, fantástico. Si además podemos mezclar placer y risa, ¿Qué mas queremos?.